En este sección REEDES ofrece al público las reflexiones de algunos de sus socios en forma de entrevista. Las entrevistas giran entorno a aquellas temáticas de actualidad en relación a los estudios del desarrollo, así como en relación a las temáticas en las cuales los entrevistados están especializados.

Entrevista a Marta Pajarín, Investigadora Asociada de la Unidad de Género del CSEG-UCM y consultora en género y desarrollo

MARTA PAJARÍN

  • Lugar y fecha de nacimiento: Madrid, 7 de julio de 1978
  • Cargo e institución de trabajo: Investigadora asociada de la Unidad de Género del Centro Superior de Estudios de Gestión de la Universidad Complutense de Madrid (CSEG-UCM) y consultora en género y desarrollo
  • Especialidades en estudios del desarrollo: Estudios feministas y de género
  • Un obra de los estudios del desarrollo que recomendarías: Escalas de Justicia de Nancy Fraser (Barcelona: Herder, 2008, 296 pp)
  • Hipervínculo a página web personal o CV: http://ucm.academia.edu/MartaPajarínGarcía

 

  1. ¿Cómo ves los estudios del desarrollo en España y, dentro de ellos y en particular, los estudios sobre feminismos y cuestiones de género?

Creo que los estudios de desarrollo en España están teniendo una evolución muy interesante y acertada en alineación con los cambios que se están produciendo en la teoría, la práctica y las agendas del desarrollo. Los estudios del desarrollo están ampliando y diversificando los enfoques y perspectivas de acercamiento a los procesos de desarrollo, en diálogo con disciplinas como la Sociología, la Ética política, la Antropología, etc. que le están aportando nuevos contenidos, mayor integralidad en las propuestas, así como formatos de trabajo articulado en redes de actores de diversa naturaleza. En este proceso, los estudios feministas y de género -que llevan en sus orígenes la revisión crítica de visiones del desarrollo patriarcales, etnocéntricas y exclusivamente productivistas- han mantenido su vigor en los últimos años a nivel internacional y en el contexto español. Considero también que actualmente los estudios feministas y de género están siendo claves en ofrecer propuestas de modelos de convivencia basados en los derechos humanos, la corresponsabilidad desde una perspectiva de ciudadanía global o el principio de igualdad y justicia social… aportando epistemologías y metodologías alternativas (como la comunicación situada, la investigación-acción-participativa, los testimonios e historias de vida, los itinerarios corporales, etc.) que contribuyen a nutrir procesos colectivos de generación de conocimiento.  Hoy más que nunca se está constatando la vigencia de la mirada feminista que lleva siglos visibilizando el sesgo excluyente y extractivista del modelo de desarrollo hegemónico, así como la pertinencia de sus propuestas de reconocimiento, redistribución y participación en igualdad.

  1. En el mes de abril, participaste en el acto organizado por REEDES “Una década de la crisis: ¿qué balance hacemos desde la mirada del desarrollo?”, analizando las principales consecuencias que la crisis ha tenido en España sobre el feminismo y las cuestiones de género. ¿Podrías resumir estas consecuencias?

Fue un diálogo muy interesante por la contundencia y solidez de las ponencias. En relación al impacto de la crisis en los derechos de las mujeres, traté de exponer algunos ejemplos vinculados con el carácter sistémico de la crisis, que ha acentuado el perfil femenino de la exclusión social en todo el mundo. En su dimensión económica, la crisis ha revertido en una mayor discriminación laboral de las mujeres, caracterizada por el acceso a peores empleos y salarios más bajos. La crisis en la cohesión social, fruto de los recortes en las políticas públicas y la reprivatización de los cuidados hacia el ámbito familiar, ha acentuado la sobrecarga respecto a las tareas domésticas y de cuidados no remunerados, la pobreza de tiempo y la exclusión de las mujeres en términos de igualdad de oportunidades, ciudadanía y participación. Otro impacto de la crisis es el auge de las empresas trasnacionales o poder corporativo, que sortean las regulaciones públicas en materia laboral y fiscal y que en algunos sectores como el textil o la floricultura, redundan en una feminización de mano de obra altamente precarizada. O por ejemplo, la crisis de gobernanza que ha facilitado el blanqueo ilegal de capitales, lo que tiene también un impacto en el tráfico de mujeres y niñas con fines de explotación sexual. Junto con estos y otros ejemplos, también se presentaron claves de las resistencias ante estas injusticias y de las propuestas de reinterpretación de la realidad, de resignificación de la libertad, la ciudadanía y la democracia… que está guiando el feminismo en la actualidad.

  1. Las cuestiones de género han cobrado protagonismo en los análisis sobre la Agenda 2030 y los ODS, ¿qué valoración haces del papel del género en esta Agenda?, ¿qué echas en falta o qué consideras que dejan fuera la Agenda 2030 y los ODS?, ¿eres optimista en cuanto a los logros que pueden alcanzarse?

Sin lugar a dudas la Agenda 2030 ha sido un paso adelante en posicionar de nuevo la igualdad de género en el centro de la agenda de desarrollo, tras el retroceso que supusieron los ODM con el olvido de compromisos precedentes, especialmente la Declaración y la Plataforma de Beijing (1995). En cierta medida la Agenda 2030 incorpora la perspectiva de género desvelando las implicaciones de la división sexual del trabajo como eje articulador de modelos de producción y crecimiento inequitativos y excluyentes, e integra las interdependencias y transacciones que se producen entre los mercados, los hogares, las redes sociales y el entorno natural. Además, el ODS 5 –Lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas– integra otras dimensiones muy relevantes de discriminación contra las mujeres en el mundo (como la violencia machista o los derechos sexuales y reproductivos); y se formulan metas de género para el resto de ODS. No obstante la Agenda no profundiza en las discriminaciones por diversidades de orientación sexual o identidad de género, y se enfrenta a retos decisivos como la coherencia de políticas desde la perspectiva de género, la financiación internacional de las iniciativas o la rendición de cuentas, que tienen una marcada lectura de género. La articulación de políticas verdaderamente transformadoras de las desigualdades de género, dependerá también de su implementación en los contextos nacionales, donde la calidad democrática o el vigor de las organizaciones de mujeres serán también determinantes.

  1. En 2017 publicaste un interesante trabajo en el que analizabas la inequidad de género en España y Europa. ¿Podrías resumir brevemente los resultados principales? ¿Cómo estamos en comparación con nuestros socios europeos?

La investigación que realizamos Esther del Campo y yo, trataba de describir las características particulares del impacto de la crisis en España, donde la degradación del modelo de bienestar ha afectado especialmente a las mujeres. En la investigación presentamos cómo las mujeres han sido las más más perjudicadas en el acceso a un empleo de calidad a todos los niveles a pesar de disponer de una titulación adecuada, y cómo se ven afectadas por una de las brechas salariales más elevadas de Europa. La tendencia creciente a una mayor precarización del empleo femenino también ha contribuido a un menor acceso a unas prestaciones sociales muy vinculadas al empleo, en el caso español. Así mismo, las mujeres españolas se ven sobrecargadas de trabajos de cuidados por unas medidas de corresponsabilidad pública francamente insuficientes, lo que provoca disparidades de género decisivas en el uso del tiempo. La segregación horizontal en el mercado de trabajo español, se combina con una segregación vertical que determina la escasa participación de las españolas en puestos de toma de decisiones en el ámbito económico. En este contexto, y a pesar de los avances a nivel legislativo, la permanencia de gobiernos conservadores ha ido reduciendo sustancialmente el desarrollo de las políticas de igualdad. Por otro lado, proponíamos una mayor articulación de la estrategia europea 2020 con las orientaciones en igualdad a nivel comunitario, así como una voluntad efectiva de incorporar la perspectiva de género de forma específica en las siete iniciativas emblemáticas de la estrategia.

Por |2021-02-25T08:00:03+01:0011 julio, 2018|Entrevistas|Comentarios desactivados en Entrevista a Marta Pajarín, Investigadora Asociada de la Unidad de Género del CSEG-UCM y consultora en género y desarrollo

Entrevista a Pablo Astorga, Research Fellow en el Institut Barcelona d’Estudis Internacionals (IBEI)

PABLO ASTORGA

  • Lugar y fecha de nacimiento: Mérida, Venezuela 08 de agosto de 1960
  • Cargo e institución de trabajo: Research Fellow, Institut Barcelona d’Estudis Internacionals (IBEI)
  • Especialidades en estudios del desarrollo: crecimiento económico y desigualdad del ingreso
  • Una obra de los estudios del desarrollo que recomendarías: Exit, Voice, and Loyalty de Albert O. Hirschman
  • Hipervínculo a página web personal o CV: https://www.ibei.org/en/pablo-astorga_14334?parent=830

 

  1. Pablo, has desarrollado una parte importante de tu carrera académica en Reino Unido, ¿son muchas las diferencias entre la situación de los Estudios del Desarrollo – y en especial sobre América Latina – allí y en España?

Al hacer esta comparación llama la atención (tanto antes como ahora) que en España no se haya aprovechado el potencial para convertirse en un país líder en los estudios sobre Latinoamérica, sobre todo a nivel europeo. No solo existen obvios lazos históricos y de idioma, sino también una presencia importante de las empresas españolas en la región – que pueden ser una fuente importante de financiamiento a la investigación – y la posibilidad de servir como un primer contacto entre los países de la región y la Unión Europea. Para potenciar la masa crítica de centros de investigación y docencia habría que expandir los recursos destinados a la formación y contratación de especialistas para, de esta manera, afianzar la oferta de programas de maestría y doctorados, así como de mejorar infraestructura de bibliotecas. En el IBEI estamos apostando por fomentar y expandir nuestra oferta de cursos y proyectos de investigación en temas del desarrollo y de las relaciones internacionales en Latinoamérica y en el área del Mediterráneo.

  1. Uno de tus temas de investigación más importantes ha sido la desigualdad en Latinoamérica en el largo plazo, ¿podrías hacer un resumen de los principales hallazgos de este trabajo?

Mi investigación se inscribe dentro de los esfuerzos de los historiadores económicos por desvelar la evolución de la desigualdad – principalmente del ingreso – en el período anterior a los años setenta del siglo veinte donde no hay encuestas de hogares comparables entre los países. Ampliar y mejorar nuestro conocimiento sobre este periodo es crucial para entender la naturaleza del proceso de desarrollo y el crecimiento económico, así como las causas de los resultados distributivos. El primer obstáculo en esta tarea es la falta de medidas fiables y comparables sobre desigualdad. Mi punto de partida es la construcción de series anuales de salarios para tres categorías ocupacionales: trabajo poco calificado (p.ej., peones), semi-calificado (carpinteros) y relativamente calificado (oficinistas). Estos datos, junto a las series de ingreso por trabajador, permiten generar tres tipos de indicadores de desigualdad para Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México y Venezuela (o LA-6) a partir de 1900: i) coeficientes de Gini que miden la desigualdad entre cuatro categorías ocupacionales (excluyendo, por falta de datos, la desigualdad al interior de las categorías); ii) brechas salariales entre el trabajo relativamente calificado y el poco calificado (estas brechas dan una buena aproximación de la desigualdad salarial); y iii) la concentración del ingreso del 10% superior y el 40% inferior de la fuerza laboral.

Los hallazgos principales son:

  • Hay una diversidad importante en la evolución de la desigualdad del ingreso entre los países del LA-6, así como a través de los períodos definidos por una estrategia de desarrollo particular. Los episodios dominados por el crecimiento liderado por el sector exportador no necesariamente favorecieron un aumento en la desigualdad, mientras que la industrialización por sustitución de importaciones bajo la tutela del estado no se tradujo siempre en una reducción en dicha variable. También es de resaltar que América Latina no experimentó la notable reducción de la desigualdad en las economías del Atlántico Norte entre los años treinta y los años setenta.
  • Las brechas salariales tendieron a alcanzar máximos en las décadas intermedias del siglo veinte, coincidiendo con la aceleración de la industrialización y el devenir de la transición demográfica. Los cambios en la brecha salarial están asociados principalmente con los movimientos en los términos del intercambio, si bien la dirección del vínculo depende del país y del período. Esto da indicios de que los efectos distributivos de los choques externos han prevalecido sobre aquellos asociados con los procesos endógenos del cambio estructural y demográfico.
  • Durante el siglo veinte el 10% superior de la fuerza laboral recibió, en promedio, la mitad del ingreso total y el 40% inferior un porcentaje cercano al 12% – con una ampliación de la brecha entre los dos grupos en los últimos treinta años del siglo pasado. Esta nueva evidencia confirma que la reciente tendencia compartida de reducción en la desigualdad no tiene precedentes en el siglo veinte; pero también muestra que, como en el pasado, una alta concentración del ingreso en los de arriba y una participación relativamente baja de los de abajo continúa siendo un rasgo distintivo de la región.
  1. ¿Cómo valoras el papel que se le ha dado a la desigualdad en la Agenda 2030? ¿crees que atiende correctamente a las cuestiones de desigualdad dentro y entre países y a los diferentes casos?

La atención a la desigualdad en sus múltiples (e interrelacionadas) dimensiones es parte esencial de la Agenda 2030. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible toman en consideración la desigualdad de acceso y de oportunidades (p. ej. alimentos y tierra, cobertura sanitaría universal y educación), de género, y de ingreso dentro y entre los países. Este último aspecto es quizás el que ha generado más controversia. Para lidiar efectivamente con la desigualdad entre los países habría que contar con un organismo supranacional capaz de poner en marcha políticas redistributivas globales (un instrumento mucho más ambicioso que la ya menguada cooperación al desarrollo); lo cual es utópico en la actualidad. En cuanto a la desigualdad dentro de los países, el objetivo 10.1 establece un crecimiento sostenido del ingreso del 40% inferior de la distribución a un ritmo mayor que el crecimiento promedio del ingreso per cápita. Una crítica usual es que el cumplimiento de esta meta no garantiza la disminución de la desigualdad medida sobre la totalidad de la distribución del ingreso (ya que la mejora del 40% bien puede ir acompañada una caída del ingreso relativo recibido por los deciles medios). Tampoco hay mención sobre el papel a jugar por las políticas redistributivas, ni sobre desigualdad de la riqueza (un tema de gran relevancia en la actualidad). En el caso latinoamericano, la evidencia histórica muestra que la participación del ingreso del 40% inferior ha sido baja y estable. Y que es difícil que se logre una mejora sustancial de su ingreso relativo sin la acción de políticas redistributivas más ambiciosas, de una mejora de los salarios de los trabajadores poco calificados y una disminución de la informalidad laboral.

  1. En los últimos años, numerosos master y programas de postgrado sobre desarrollo y cooperación en España han desaparecido o reducido su número de ediciones. Como coordinador del Máster en Desarrollo Internacional (MDI) del IBEI, ¿cómo habéis afrontado esta situación?

El MDI está en su segunda edición y hasta el momento hay una muy buena respuesta en términos de solicitudes para el próximo año académico. El programa estudia el problema del desarrollo en general (si bien se ofrecen cursos sobre la cooperación al desarrollo) desde una perspectiva global que enfatiza las relaciones institucionales y su marco institucional. También adopta un enfoque multidisciplinario. Las claves del éxito de este programa en un contexto desfavorable para los estudios sobre desarrollo y cooperación en España podrían resumirse en: i) el proponer un programa atractivo y con potencial para abrir oportunidades de empleo en el ámbito de los organismos internacionales, las ONGS y el sector privado; ii) el ofrecer la totalidad de los cursos en inglés, lo cual es fundamental para poder ampliar el mercado potencial de estudiantes y garantizar un mínimo de matriculados. Y, a lo que habría que agregar, la buena reputación del IBEI y el atractivo de Barcelona como ciudad cosmopolita, con una alta calidad de vida y con un ambiente académico y cultural estimulante.

Por |2021-02-25T08:00:52+01:0025 abril, 2018|Entrevistas|Comentarios desactivados en Entrevista a Pablo Astorga, Research Fellow en el Institut Barcelona d’Estudis Internacionals (IBEI)

Entrevista a Carlos Oya, profesor titular del School of Oriental and African Studies de la Universidad de Londres

CARLOS OYA

  • Lugar y fecha de nacimiento: Puerto Rico el 13 Junio 1971 (pero de familia española)
  • Cargo e institución de trabajo: Reader (Associate Professor) en el Departamento de Development Studies, de SOAS (School of Oriental and African Studies) de la Universidad de Londres.
  • Especialidades en estudios del desarrollo: economía política del desarrollo, agricultura, empleo, cambio estructural, cooperación al desarrollo, métodos de investigación y evaluación de impacto.
  • Una obra de los estudios del desarrollo que recomendarías:
    • Como manual Thirlwall, A.P., (2011), Economics of Development: Theory and Evidence 9thedition, London: Palgrave
    • Como lectura fácil pero de contenido esencial (versión en castellano): HJ Chang (2012). 23 cosas que no te cuentan sobre el capitalismo (DEBATE).
  • Hipervínculo a página web personal o CV: https://www.soas.ac.uk/staff/staff31576.php
  1. ¿Cómo valoras los estudios del desarrollo en España? ¿podrías compararlos con su situación en Reino Unido, donde desarrollas tu carrera académica?

Los estudios del desarrollo en el Reino Unido están muy arraigados y de hecho considerados como referencia en el panorama mundial. Muchos de los centros más conocidos de estudios del desarrollo (como área interdisciplinar) están en el Reino Unido. La economía del desarrollo (development economics) y la mayoría de sus pioneros desarrollaron sus carreras y trabajo en muchos centros del Reino Unido desde los años cincuenta. Es evidente que la importancia del Reino Unido para el colonialismo desde el siglo XIX es también una de las razones por las que esta tradición académica tuvo tanto arraigo en instituciones británicas, especialmente en sus orígenes coincidentes con los procesos de descolonización. En su fundación en 1916 el SOAS era una institución académica en parte al servicio de la gestión y conocimiento de los territorios del imperio británico, de ahí su especialización en África y Asia.

Comparativamente, en España los estudios del desarrollo son incipientes y la crisis de 2008 y la consiguiente drástica reducción de la ayuda española al desarrollo no han ayudado. Mi impresión es que desde los años noventa surgieron muchas iniciativas académicas dentro de este campo y proliferaron programas de posgrado en distintas universidades españolas. No obstante, esto se produjo con un sesgo claro hacia el tema de la “cooperación al desarrollo” y una concentración comprensible en estudios sobre América Latina, con muy escasa atención a África y Asia. En parte fue por esto que decidí “exiliarme” en el mundo académico del Reino Unido, y muy particularmente el microcosmo de SOAS.

  1. Además de tu trayectoria como investigador, tienes una amplia experiencia de campo en África Subsahariana, ¿en qué medida crees que esta experiencia profesional ha enriquecido tus investigaciones en estudios del desarrollo?

África Subsahariana es un excelente laboratorio para los estudios del desarrollo por varios motivos. Observar de primera mano la dinámica y la naturaleza de las fases incipientes de cambio estructural cuando este se produce ayuda a entender mejor la historia del capitalismo de más de 200 años. Asimismo, estudiar desde cerca algunos de los problemas que más atención han recibido en el campo de los estudios del desarrollo, como es el caso de la pobreza y sus determinantes y dinámicas, también ayuda a empatizar y sentir al mismo tiempo que se reflexiona y analiza.

Más allá de estas constataciones, destacaría que, en mi caso, mi experiencia de campo en esta región ha sido determinante para mis investigaciones y la evolución de mis ideas sobre desarrollo. Desde mis primeros pasos en el Senegal rural hace ahora más de veinte años hasta mis recientes experiencias en las obras de construcción y fábricas de Angola y Etiopía, he aprendido a valorar lo complicado que es tener datos fiables, operacionalizar conceptos complejos hasta reducirlos a números, y entender de forma realista las complejas contradicciones de cómo los ciudadanos de a pie “viven” los procesos de desarrollo económico. Desarrollé conocimientos prácticos en la recogida de información a través de encuestas de campo que me permitieron cuestionar algunas de las prácticas corrientes de investigación, muchas teorías, hipótesis y el masivo uso de datos de escasa calidad por las investigaciones econométricas en la economía del desarrollo. En cierto modo, experimenté un encuentro con la realidad de la información empírica que manejamos como en su día ya lo hizo la gran economista “de campo” Polly Hill en los años 60.

Otras experiencias profesionales también me ayudaron a crecer intelectualmente, y en particular destacaría mis cuatro años al servicio del Ministerio de Economía y Planificación en Mozambique (1999-2003) donde viví de primera mano el proceso laborioso de elaboración de políticas de desarrollo y de los diagnósticos necesarios para ello. Aprendí, entre otras cosas, a valorar mucho la dedicación y el coraje de tantos funcionarios que con frecuencia son menospreciados injustamente.

  1. Has vinculado el estudio del mercado laboral en países en vías de desarrollo, uno de tus campos de especialización, con el comercio justo ¿a qué conclusiones has llegado?

Entre 2009 y 2014 realizamos una investigación en profundidad sobre las condiciones de trabajo de los trabajadores agrícolas (la mayoría extremadamente pobres y con empleo irregular) en los sectores del café, té y flores en Etiopía y Uganda, con el objetivo de comparar de manera sistemática los empleos en explotaciones agrarias certificadas por la organización de comercio justo Fairtrade con los de otras explotaciones no certificadas. El resultado fue que, casi sin excepciones, los salarios y otras condiciones de empleo no eran mejores en la producción agrícola para Fairtrade. En varias comparaciones los salarios eran más bajos y teniendo en cuenta todos los factores observables. Hay poco espacio en estas líneas para explicar el por qué de tal conclusión pero nuestros informes lo detallan para casos específicos en http://ftepr.org/

En todo caso, y en base a otro estudio recientemente finalizado, la conclusión principal es que estos sistemas de certificación, a pesar de la importante publicidad que reciben, tienen una capacidad limitada a la hora de afectar los factores estructurales arraigados que determinan las condiciones de empleo en contextos concretos. Sus sistemas de auditoría quizás tampoco sean lo efectivos que se les supone y además Fairtrade en realidad no audita las condiciones de empleo que se dan en las pequeñas explotaciones (caso del café). El impacto es extremadamente contextual.

  1. Varios de tus trabajos se centran en el estudio de los métodos de investigación más adecuados para abordar la pobreza rural, el desarrollo rural o el empleo rural. ¿Qué recomendaciones podrías dar en este sentido?

En primer lugar, la mayoría de conceptos que manejamos sobre estos temas son multi-dimensionales y muy contextuales, es decir su aplicación universal genera a menudo problemas que no siempre son reconocidos. Por tanto, la elección de indicadores y cómo se recogen los datos influyen sobremanera el tipo de debates que tenemos y los argumentos que avanzamos, a menudo con discrepancias importantes. Segundo, es importante que estas dimensiones, esto es pobreza, desarrollo y empleo se analicen en conjunto y no por separado. Es difícil entender la pobreza sin tener un buen conocimiento de las dinámicas y estructuras del mercado laboral, y, sin embargo, a menudo se analizan en paralelo. Tercero, muchas de las encuestas nacionales que producen los datos oficiales de pobreza y empleo (así como tantos estudios que reproducen los mismos métodos) adoptan convenciones que no siempre se adaptan bien a contextos en que las realidades de pobreza y empleo no se ajustan a los parámetros convencionales. Por ejemplo, las preguntas sobre la “ocupación principal” generan sesgos problemáticos en contextos de multiplicidad ocupacional y en que lo “principal” se puede interpretar de varias maneras; la recogida de datos sobre consumo alimentario que subyacen a los datos de pobreza también presenta enormes dificultades que llevan a atajos que solo incrementan los errores de medida peligrosamente; el determinar quién forma parte de un agregado familiar depende de supuestos sobre lo que es “hogar familiar” que a menudo no se cumplen. Y así muchas otras cuestiones que es preciso enfrentar con cuidado. Después de todos estos años he aprendido que hay dos enfoques que son recomendables: (1) acercarse a los problemas desde el pluralismo metodológico, aplicando métodos mixtos de manera interdisciplinaria; (2) dedicar mucho tiempo al diseño de las encuestas cuantitativas (para los que las hacen), a través de trabajo cualitativo de campo de preparación que permita elegir las herramientas más adecuadas al contexto.

  1. Como valoras el papel de los estudios del desarrollo en el momento actual de complejidad e incertidumbre global, caracterizada por el auge de discursos y políticas de corte xenófobo, contrarios a los derechos humanos e incluso negacionistas del cambio climático?

Es importante que los estudios del desarrollo contribuyan a explicar que las realidades de los países en desarrollo y sobre todo de los más pobres, no están alejadas de nuestras realidades y que la interdependencia entre los distintos “mundos” es irreversible. Repensar la globalización y cómo atajar sus efectos más nocivos es fundamental para que esta interdependencia no genere conflicto y divisiones como las vivimos en la actualidad.

Pero también convendría que desde esta disciplina no se venda humo planteando que el desarrollo es un proceso armonioso donde todos pueden ganar y que decenas de objetivos deseables (¿SDGs?) son alcanzables con algunos ingredientes básicos y mucha voluntad. La realidad es que el proceso de desarrollo ha sido históricamente complejo, no lineal, desigual, violento y plagado de injusticias y muchos “daños colaterales”. Por supuesto que se puede aspirar a que sea un proceso menos violento, más orientado al respeto de los derechos humanos y, sobre todo, menos auto-destructivo en lo que al futuro del planeta se refiere. Sin embargo, los trade-offs estarán allí, las contradicciones no desaparecerán fácilmente, y, aún así, muchas cosas podrán seguir mejorando como lo han hecho sobre todo en los últimos 100 años, en que los logros en multitud de dimensiones (salud, conocimientos, tecnología, calidad de vida) son innegables. En suma, precisamos articular la idea del “optimismo trágico” reconociendo los grandes avances de los procesos dinámicos de largo plazo así como los costes y daños que el mismo proceso genera.

Por |2021-02-25T08:02:11+01:0028 febrero, 2018|Entrevistas|Comentarios desactivados en Entrevista a Carlos Oya, profesor titular del School of Oriental and African Studies de la Universidad de Londres

Entrevista a Jordi Gascón, antropólogo especialista en turismo, desarrollo y políticas agrarias en América Latina

JORDI GASCÓN

  • Lugar y fecha de nacimiento: Barcelona, 1966.
  • Cargo e institución de trabajo: Profesor visitante. Departamento de Historia del Arte e Historia Social. Universitat de Lleida.
  • Especialidades en estudios del desarrollo: Antropología social. Turismo, Estudios rurales, Cooperación al Desarrollo. Área Andina.
  • Un obra de los estudios del desarrollo que recomendarías: Si es posible, mejor dos. Un par de excelentes publicaciones en castellano que giran alrededor del concepto “desarrollo” desde perspectivas encontradas, y que juntas establecen un buen marco para entender el debate:

Bretón, Víctor; ed. (2010) Saturno devora a sus hijos: miradas críticas sobre el desarrollo y sus promesas. Barcelona: Icaria.

Asensio, Raúl H. (2016) Los nuevos incas: la economía política del desarrollo rural andino en Quispicanchi (2000-2010). Lima: Instituto de Estudio Peruanos.

  • Hipervínculo a página web personal o CV:

https://lleida.academia.edu/JordiGascon

https://www.researchgate.net/profile/Jordi_Gascon

http://www.hahs.udl.es/hs/jgascon.htm

 

  1. ¿Cuál es el momento de los Estudios del Desarrollo en España y cuáles crees los principales retos que deberían afrontar los investigadores?

No es un momento dulce. Desde el norte global, el desarrollo (o la falta de) aparece como un problema que padece el sur y que solo nos concierne como agente causal. La actual crisis puso al descubierto la pobreza dentro de nuestra frontera (que siempre ha estado ahí) y la incrementó. Se liquidó esa impresión complaciente de país rico, se redujo drásticamente la AOD, y la merma en los fondos para investigación fue especialmente incisiva en los estudios sobre desarrollo. Un indicador son los postgrados de cooperación y desarrollo, cuyo número crecía exponencialmente desde la década de 1990. Muchos han desaparecido, otros sobreviven a duras penas, y la mayor parte de estos últimos han tenido que reconvertirse incorporando otras temáticas a su plan de estudios.

Tengo la sensación que el peso de esta línea de investigación se ha desplazado a América Latina, a medida que muchos de sus países incrementaban los fondos universitarios y para la investigación (Brasil y Ecuador son dos ejemplos). Y porque es un tema que les atañe directamente. De hecho, conozco muchos investigadores españoles en cooperación y desarrollo, para los que América Latina era el área de estudio, que han acabado entrando también en la estructura académica del subcontinente ante la poca oferta que ofrece la española.

 

  1. Desde tu conocimiento en soberanía alimentaria, ¿estamos ante una crisis global de alimentos? ¿Qué puede ocurrir en un futuro? ¿Debemos cambiar nuestras pautas de consumo, de producción, de distribución…?

Alrededor de la pobreza alimentaria mundial prevalecen discursos hegemónicos que legitiman las causas que lo provocan. Por ejemplo, predomina la idea neomalthusiana de que es resultado de la escasez: la capacidad productiva no alcanzaría para cubrir las necesidades básicas de un mundo en expansión demográfica. Sin embargo sabemos que al menos una tercera parte de los alimentos producidos y de buena calidad no llegan a ser consumidos. Se “pierden” a lo largo de la cadena agroalimentaria. Y no, como se afirma, por problemas logísticos; la industria agroalimentaria cuenta con una tecnología cada vez más depurada. La pobreza alimentaria es un fenómeno complejo que no se explica por la simple falta de alimentos. El problema es que en este mundo globalizado los precios de los alimentos se igualan, pero no la capacidad adquisitiva. No es una cuestión de falta de alimentos, sino de que mucha gente no tiene dinero para comprarlos. Y el bucle se completa porque esa “sensación” de escasez permite convertir los recursos agrarios en espacio propicio para la inversión financiera y la especulación.

Soberanía alimentaria, paradigma que surge de los movimientos sociales campesinos, denuncia esa visión hegemónica de la pobreza alimentaria y de la crisis del agro. Demuestra que es un problema de acceso, no de volumen producido. Y que la solución, sí, pasa por cambiar el orden agroalimentario actual. Un mundo de campesinos permitiría alimentar a todos sus habitantes. Un mundo dominado por la agroindustria, como vemos, no.

 

  1. Ha aflorado a la opinión pública el negocio en torno a los bancos de alimentos. ¿Qué opinión te merece? ¿Cuál debería ser el papel de los estados?

El Banco de Alimentos es un ejemplo de cómo la buena voluntad ante el drama de la pobreza alimentaria puede generar beneficios para los agentes corporativos que controlan el mercado agroalimentario. Tomemos como ejemplo su campaña más reconocida, la Gran Colecta. Participan decenas de miles de voluntarios, en su mayor parte trabajando en puntos de recogidas de alimentos situados en los vestíbulos de los supermercados. Se solicita a los clientes del supermercado que adquieran algunos productos extra para el Banco. El Banco de Alimentos afirma que esta Navidad han acopiado 21 millones de kilos, que serán distribuidos entre personas que padecen pobreza. Parece que estos sectores sociales sean, así, los beneficiados del programa.

Pero puede ser interesante seguir el dinero con el que centenares de miles de donantes adquieren esos productos. Si tenemos en cuenta el margen comercial de las cadenas de supermercados, veremos que son éstos los mayores beneficiarios de la campaña. Pensemos que ese margen comercial puede girar alrededor del 80%. 80 céntimos, de cada euro gastado por los donantes, van a parar a la caja de la cadena minorista. Si Banco de Alimentos solicitara a los donantes una cantidad en efectivo y no productos, aunque fuera muy inferior al que se pensaran gastar, podría comprar directamente a los proveedores y obtener un mayor volumen de alimentos. Además, podría decidir qué productos adquirir, según las necesidades reales. Tras la campaña, hay un trasiego tremendo de determinados productos acopiados y almacenados en exceso que, en muchos casos, se acaban estropeando. Y ya no hablemos del problema logístico que supone: hay centralizar, clasificar y redistribuir las donaciones…

Si el objetivo es distribuir alimentos a los pobres, la campaña es un ejemplo de ineficiencia e ineficacia. Pero si consideramos los beneficios corporativos para las grandes cadenas de supermercados, un éxito. Entonces, ¿quién es el beneficiario real de la campaña?

 

  1. Hablemos de turismo y desarrollo. ¿Qué es el Turismo Sostenible? ¿Puede contribuir este tipo de turismo a la reducción de la pobreza? ¿Qué puede aportar el sector turístico al cumplimiento de la Agenda 2030?

Turismo Sostenible es un término exitoso: todo el mundo lo utiliza. Es difícil encontrar un texto sobre turismo, académico o no, en el que no aparezca la expresión “sostenible”. Pero también es un concepto poliédrico: cada agente lo define y ajusta a sus propios intereses. Turismo Sostenible surgió con cierta carga reformista, incluso sediciosa, y hay quien sigue utilizándolo en este sentido. Pero ha terminado convirtiéndose en un mantra que ofrece legitimidad a cualquier propuesta de desarrollo turístico, sea cual sea su impacto.

Puede haber propuestas y políticas en turismo que permiten combatir la pobreza. En algunos casos han tenido cierto éxito a nivel local. Pero en términos globales el desarrollo del sector turístico ha impulsado el incremento de la marginación y la pobreza: se ha caracterizado por dañar ecosistemas, malbaratar recursos naturales, mercantilizar expresiones culturales, impulsar economías especulativas, crear marcos favorables para la corrupción y vulnerar derechos laborales, y no por lo contrario.

Sin embargo la Organización Mundial del Turismo, agencia de NNUU muy influenciada por los intereses corporativos, difunde que el turismo puede ayudar a alcanzar las metas establecidas por la Agenda 2030. La Agenda 2030 es un abanico de objetivos muy loables, pero NNUU se guarda mucho de indicar cómo se han de alcanzar. Y es en ese cómo donde se encuentra el quid de la cuestión. Así que la Agenda se ha convertido en campo abonado para legitimar el uso corporativo, incluso maniqueo, del concepto Turismo Sostenible y la consideración del turismo como “motor del desarrollo”.

Por |2021-02-10T11:29:13+01:0030 enero, 2018|Entrevistas|Comentarios desactivados en Entrevista a Jordi Gascón, antropólogo especialista en turismo, desarrollo y políticas agrarias en América Latina

Entrevista a Rafa Domínguez y Giuseppe Lo Brutto, coordinadores del Gi-CSS

RAFAEL DOMÍNGUEZ MARTÍN

  • Lugar y fecha de nacimiento: Santander, España, 10 de febrero de 1963
  • Cargo e institución de trabajo: Director del Grupo de Investigación Desarrollo Humano y Cooperación Internacional (Cátedra COIBA), Departamento de Economía, Universidad de Cantabria
  • Especialidades en estudios del desarrollo: economía política de la ayuda, cooperación Sur-Sur, estudios críticos del desarrollo, historia del pensamiento sobre el desarrollo
  • Un obra de los estudios del desarrollo que recomendarías: Paul A. Baran (1962). Economía política del crecimiento. Fondo de Cultura Económica, México (a pesar de la fecha es de una actualidad rabiosa).
  • Hipervínculo a página web personal o CV: http://unican.academia.edu/RafaelDomingur

 

GIUSEPPE LO BRUTTO

  • Lugar y fecha de nacimiento: Mussomeli, Italia, 15 de octubre de 1981
  • Cargo e institución de trabajo: Profesor-investigador titular de tiempo completo en el Posgrado en Sociología del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades “Alfonso Vélez Pliego” (ICSyH) de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP).
  • Especialidades en estudios del desarrollo: Sociología Política y del Desarrollo; Cooperación Sur-Sur; Estudios con perspectiva crítica del desarrollo.
  • Un obra de los estudios del desarrollo que recomendarías: Sunkel, O., & Paz, P. (1999). El subdesarrollo latinoamericano y la teoría del desarrollo. Siglo xxi.
  • Hipervínculo a página web personal o CV: https://buap.academia.edu/GiuseppeLoBrutto

 

  1. Rafa, Giuseppe, trabajáis en el ámbito de los Estudios del Desarrollo en México y en España, ¿podéis hacer una valoración y/o comparación del estado de los Estudios del Desarrollo en ambos países, a nivel de reconocimiento académico, implantación e interés social, apoyo financiero público, etc.?

En España, los Estudios del Desarrollo han crecido en torno a los Master y Doctorado en Cooperación y Desarrollo, y en los márgenes disciplinarios, principalmente, de los Departamentos de Economía. El reconocimiento académico dentro de ese ámbito es bajo, ya que los Estudios del Desarrollo son interdisciplinarios y, por tanto, heterodoxos. El interés social en España también es bajo, como consecuencia de haberse dejado en manos de las ONG la educación para el desarrollo (estrategia estrepitosamente fracasada, como se comprobó con los recortes de la AOD desde que empezó la crisis, sin que hubiera ninguna respuesta social) y el desentendimiento de la AECID y sus satélites del papel de la Universidad como actor estratégico de cooperación. El apoyo financiero desapareció durante los peores años de la crisis y las pocas acciones que se empiezan a retomar son insuficientes para recuperar el tiempo, el esfuerzo y los recursos humanos perdidos y, en gran medida, desperdiciados.

En México, varias universidades públicas (Universidad Nacional Autónoma de México, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, Universidad de Guadalajara, Universidad Autónoma de Chiapas, Universidad Autónoma Metropolitana, Universidad Autónoma de Zacatecas, Universidad Autónoma de Tlaxcala Universidad Autónoma de Chapingo) y centros o institutos públicos a nivel nacional se han destacado por su interés en los Estudios del Desarrollo, lo que llevó a la creación en 2014 de la Red Mexicana en Cooperación Internacional para el Desarrollo (REMECID). Con las políticas neoliberales y las recientes medidas de austeridad, los Estudios de Desarrollo han perdido apoyo financiero público, pese al interés público que suscita el desarrollo económico, social y ambiental tanto a nivel federal, como estatal y local.

  1. Ambos coordináis el Grupo de Investigación de REEDES sobre Cooperación Sur Sur e integraciones regionales (Gi-CSS), siendo un grupo realmente activo. ¿Cómo valoráis la vida del grupo desde su nacimiento y cómo creéis que desde una asociación como REEDES podríamos maximizar el apoyo que ofrecemos?

Desde 2015 en que se creó el grupo, éste ha ido creciendo en miembros (20 actualmente) y actividades. A lo largo de estos 3 años se han publicado dos dossier sobre CSS (uno en la Revista Iberoamericana de Estudios del Desarrollo y otro en Estudos Internacionais: Revista de Relações Internacionais da PUC Minas) y hay ya otro en proceso de evaluación en la Carta Internacional, que es el revista de la Asociación Brasileña de Relaciones Internacionales, así como un nuevo libro de la Serie “Debates RIACI”, que se titulará La constelación del Sur: lecturas histórico-críticas de la Cooperación Sur-Sur, edición que será supervisada por tres miembros del GI-CSS. Hemos realizado también el Primer Concurso Internacional de Ensayo para Jóvenes Investigadores de América Latina y Europa «Otras Voces, Otros Ámbitos» que ha tenido una óptima participación y difusión. Finalmente, se han llevado a cabo tres encuentros del grupo: en mayo 2015 en la Universidad de Cantabria, organizado por la Cátedra COIBA; en julio 2016, en el marco del III Congreso Internacional de Estudios del Desarrollo de REEDES en la Universidad de Zaragoza; y en septiembre de 2017 en el ICSyH/BUAP en Puebla. Colateralmente, se han intensificado las relaciones interinstitucionales con otras redes como RIACI o REMECID. A la fecha, desde Puebla se ha coordinado la publicación de 37 boletines mensuales del grupo. El apoyo financiero de REEDES para dar continuidad a las actividades (tanto los encuentros, como la publicación de los resultados de investigación) resultará importante en el futuro.

  1. El pasado mes de septiembre, el Gi-CSS organizó su III Encuentro Internacional en la ciudad mexicana de Puebla. Rafa, ¿podrías hacernos una breve presentación de tu ponencia, centrada en la vuelta de la CSS a sus orígenes?

La idea fuerte de la ponencia es que China, como nuevo líder de la CSS, está construyendo un régimen internacional de cooperación que competirá inicialmente con el del CAD, para acabar sustituyéndolo en un plazo de no más de una década. Para ello, uso un marco teórico integrado, que hibrida la teoría de los regímenes internacionales mediante el realismo moral chino de Yan Xuetong, tomo en cuenta el contexto de transición hegemónica (donde China, que se graduará en desarrollo no más allá de 2022, acabará sustituyendo a EEUU como hegemón), y sistematizo la evidencia empírica que apoya la tesis predictiva: China ya dispone del pilar financiero para la construcción del régimen internacional (el Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras, donde China tiene asegurado el poder de veto); China dispone del instrumento de financiación ampliada del desarrollo (al que está imitando el CAD con el TOSSD), en forma de los paquetes integrados de ayuda, comercio e inversión (pública y privada); China está participando activamente en la creación del sistema de monitoreo y evaluación (así como en la generación de estándares sociales y ambientales) de sus proyectos y programas de cooperación; China acaba de internacionalizar su enfoque basado en derechos (que da prioridad a los derechos humanos de segunda y tercera generación: el derecho a la subsistencia como derecho económico y social y el derecho al desarrollo); y China dispone de un aparato académico-ideológico muy potente y recién fortalecido por varios nuevos think tanks para legitimar toda esa operación (empezando por su doctrina de la cooperación para la transformación estructural del anterior economista jefe, y por tanto, vicepresidente, del Banco Mundial, Justin Yifu Lin).

  1. ¿Y en tu caso, Giuseppe, sobre el papel de la CSS de China en Latinoamérica?

China representa el centro de una transformación histórica epocal del sistema mundo contemporáneo, y la influencia de sus dinámicas de cooperación en la región latinoamericana están sujetas a un debate sobre la orientación ideológica vs. el pragmatismo del relacionamiento de este país con América Latina.

La hipótesis de trabajo que estoy considerando en mi investigación es que ni las orientaciones ideológicas opuestas entre países de la región ni los cambios de orientación ideológica de los gobiernos del mismo país (como muestran los casos de Chile, Argentina y Brasil) condicionan la cooperación del gigante asiático en la región, que tiene una vocación estratégica. Para comprobar dicha hipótesis, considero importante el análisis de las relaciones China-América Latina entre 2005 y 2016, partiendo de los dos Libros Blancos que han marcado la estrategia de China con América Latina. Sucesivamente, me parece de suma importancia estudiar la triangulación de China, EEUU y América Latina ante el cambio de orientación internacional de la presidencia de EEUU hacia posiciones aislacionistas, la nueva política exterior más asertiva de Xi Jingpin y las próximas convocatorias electorales presidenciales de México y Brasil en 2018, que pueden acabar con el supuesto fin del ciclo progresista e inaugurar una nueva era de autonomía en la política exterior de la región.

  1. Recientemente, ambos habéis participado en el libro Historia de la cooperación internacional desde una perspectiva crítica, editado por la RIACI. ¿Qué aporta esta publicación, frente a otros libros sobre la historia de la cooperación internacional?

El libro es una aportación original a los estudios sobre la cooperación internacional, tanto por su enfoque crítico como por la perspectiva histórica que permea los distintos textos que lo componen. Recupera la memoria histórica del régimen internacional de la ayuda, a la vez que ofrece una mirada crítica sobre los procesos de construcción de este régimen, sus actores o su métrica, rescatando los teóricos olvidados. Asimismo, transmite a los estudiantes una buena dosis de escepticismo metodológico con respecto a las “nuevas” agendas, instrumentos, modalidad y actores, de manera que busca predisponerlos contra el bombardeo ideológico por saturación que realiza el CAD y su industria de la ayuda. En definitiva, el libro permite analizar el régimen internacional de la ayuda y sus supuestos objetivos desarrollistas fuera de la caja teórica (muchas veces implícita) de la resolución de problemas de los Estudios del Desarrollo (en realidad, nosotros apostamos al marco de la Economía política del desarrollo internacional, que tiene una larga tradición en América Latina y, a diferencia de los Estudios del Desarrollo, está libre del pecado original colonialista) y de la interdependencia de las teoría de las Relaciones Internacionales.

 

Por |2021-02-10T11:30:28+01:0015 enero, 2018|Entrevistas|Comentarios desactivados en Entrevista a Rafa Domínguez y Giuseppe Lo Brutto, coordinadores del Gi-CSS

Nueva entrevista del Gi-Cambio socioecónómico y desigualdades

El Grupo de investigación de REEDES sobre cambio socioeconómico, desigualdades y financiación, coordinado por los socios Rogelio Madrueño, Pablo Astorga y Jorge Antonio Pérez Pineda, ha publicado una nueva entrevista. En esta ocasión, han charlado con el Stephan Klasen, profesor de economía del desarrollo de la Universidad de Göttingen, y experto en pobreza, desigualdad, género y cambio climático.

La entrevista puede consultarse en el blog del Gi.

Por |2021-02-10T11:53:03+01:0021 noviembre, 2017|Entrevistas|Comentarios desactivados en Nueva entrevista del Gi-Cambio socioecónómico y desigualdades
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